DESARROLLO DEL LIBRO
La Introducción Bíblica general es un estudio que investiga todas las cuestiones pertinentes a un entendimiento de la Biblia como nuestra regla de fe y conducta. Se distingue de la Introducción Bíblica especial, que incluye el mismo estudio de cada libro en particular. Asi es que en este libro vamos a tratar solamente con nuestra actitud hacia toda la Biblia, su inspiración divina, su canon, sus idiomas, sus manuscritos, sus versiones, su autenticidad, su credibilidad, y su autoridad.
Cuando tú llegues al estudio de las Evidencias Cristianas, aprenderás más acerca de la revelación de Dios: pero aquí al principio mismo de tu curso de estudios bíblicos, es bueno aprender de memoria y apuntar en tu mente algunos puntos básicos acerca de ella. La palabra revelación en este librito se usa para describir la comunicación por Dios al hombre de aquellas verdades acerca de su carácter divino, sus planes, su voluntad, y la salvación del pecador que un hombre nunca podría alcanzar ni adivinar por sus propios esfuerzos. La revelación es algo sobrenatural, y sobrepuja todo lo que el hombre pudiera aprender de la naturaleza. La Biblia afirma ser esa revelación y lo es.
La palabra Biblia se deriva del griego «biblos», la corteza de la planta papiro, de la cual los egipcios hacían un material para escribir. Poco a poco se fue usando el nombre para libros hechos de esa corteza, y después para todos los libros, de cualquier material. Cerca de 400 D.C. Jerónimo llamó las Santas Escrituras «la biblioteca divina» y desde ese tiempo los escritores cristianos han aplicado la palabra Biblia a la colección de todos los libros divinamente inspirados.
La Biblia se divide en dos Testamentos, palabra derivada del latín «Testamentum.» Esta palabra en su sentido legal describe un documento dejado por un difunto acerca de la distribución de su propiedad. Pero en cuanto a la Biblia la palabra preferible es pacto, y en todos tus estudios será bueno acordarte que Dios hizo varios pactos (convenios o contratos) con la raza humana, y que el Nuevo Testamento nos describe el Nuevo Pacto, hecho por la sangre preciosa del Hijo de Dios, por medio del cual el pecador redimido se acerca a Dios y aprende a andar con él en obediencia y santidad. Jeremías 31:31-34: Hebreos 7:22: 8:6-13; 9:15; 10:16-18: 2 Corintios 3:6, 14.
El Antiguo Testamento contiene 39 libros, divididos en cinco divisiones: (1) La Ley o Pentateuco (cinco libros): Génesis, Éxodo, Levítico, Números, y Deuteronomio. (2) Libros Históricos (doce libros): José, Jueces, Rut, 1 y 2 Samuel, 1 y 2 de los Reyes, 1 y 2 de Crónicas, Esdras, Nehemías, Ester. (3) Libros Poéticos (cinco libros): Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares. (4) Profetas Mayores (cinco libros): Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel, Daniel. (5) Profetas Menores (doce libros): Óseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías, Malaquías.
En la Biblia Antigua de los hebreos las divisiones eran tres: (1) Cinco libros que se llaman La Ley, Y que corresponden con los nuestros. (2) Ocho libros que se llaman Los Profetas, y fueron clasificados así: (a) Profetas Anteriores: Josué, Jueces, Samuel, Reyes. (b) Profetas Posteriores: Mayores: Isaías, Jeremías, Ezequiel; Menores: un libro llamado «Los Doce.» (3) las Escrituras, o Salmos, constando de once libros divididos así: (a) Poéticos: Salmos, Proverbios, Job. (b) Cinco Rollos: Cantar, Rut, Lamentaciones, Eclesiastés, Ester. Estos rollos se leían en cinco Fiestas hebreas: Cantar de los Cantares en la pascua; Rut en Pentecostés; Eclesiastés en Enramadas; Ester en Purim; y Lamentaciones en el aniversario de la destrucción de Jerusalén. (c) Históricos: Daniel, Esdras y Nehemías (un libro), Crónicas.
Cristo mismo mencionó estas tres divisiones del A.T. en Lucas 24:44 y en Mateo 23:34-36; Lucas 11:49-51. El puso su sello divino sobre la autoridad de todo el A.T. desde Génesis hasta Crónicas (su último libro entre los judíos). Los 24 libros de los hebreos son iguales con los 39 que tenemos en las iglesias cristianas, solamente, que son divididos de otra manera. Esta división en 39 libros fue hecha en la traducción del A.T. en griego, cerca de 280 A.C.
El Nuevo Testamento contiene 27 libros, que pueden dividirse así: (1) Históricos (cinco libros): Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Hechos. (2) Doctrinales (21 libros): (a) Epístolas de Pablo (14): Romanos, 1 a. a los Corintios, 2a. a los Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 a. a los Tesalonicenses, 2a. a los Tesalonicenses, 1a Timoteo, 2a. Timoteo, Tito, Filemón, Hebreos. (b) Epístolas Generales (7): Santiago, 1 a. de Pedro, 2a. de Pedro, 1 a. de Juan, 2a. de Juan, 3a. de Juan, Judas. (3) Profético: Apocalipsis.
Hubo probablemente de 35 a 40 escritores de los libros de la Biblia. Cuando fueron escritos no tenían las divisiones en capítulos y versos. Se cree generalmente que fue Esteban Langton, Arzobispo de Canterbury, Inglaterra, que dividió toda la Biblia en capítulos cerca de 1220 D.C. Los versos fueron probablemente divididos por Roberto Stephanus de Parls en 1551. Este era impresor, y sacó a la luz la primera Biblia con capítulos y versos en el año 1555. Era la Versión Vulgata en latín. La primera Biblia en inglés impresa con capítulos y versos fue publicada en 1560. La Biblia entera, o porciones de ella, ha sido traducida en más de mil idiomas, y el número de versiones está aumentándose de año en año. CUando un misionero va a trabajar entre un pueblo primitivo cuyo idioma nunca ha sido escrito, su primera tarea es reducir el idioma a la escritura; y entonces tiene que traducir el mensaje de Dios, para que los conversos puedan aprender a leerlo. Se calcula que hasta la fecha 1975 solamente un poco más de la mitad de los habitantes del mundo saben leer. ¿No debemos orar más que nunca por los obreros que pueden reducir idiomas a la escritura y traducir la Palabra de Dios, que él envíe muchos más de ellos entre las multitudes que no tienen la Biblia, y que su trabajo duro sea hecho con prontitud?
El A.T. fue escrito en hebreo, con excepción de los pasajes siguientes: Esdras 4:18 hasta 6:12; 7:12-26; Daniel 2:4 hasta 7:28; Jeremías 10:11 y dos palabras en Génesis 31:47, que fueron escritos en arameo. El N.T. fue escrito en griego, no en la lengua elevada de los sabios y eruditos, sino en lo que se llamaba koiné, el griego de la plebe, los comerciantes, y los estudiantes, el idioma que todos usaban en sus relaciones diarias y todos podían comprender. En el tiempo de Cristo los romanos dominaban el mundo entonces conocido; pero su idioma (latín) nunca reemplazo el griego que (antes de las conquistas romanas) se había esparcido en todos los países. Pues en los tres idiomas de la Biblia podemos ver su mensaje divino dirigido en hebreo a los judíos, en arameo a los gentiles, y en griego a los cristianos de esta dispensación de gracia. Véase1 Corintios 10:32.
En nuestro estudio como obreros debemos acordamos de que debemos mucho a nuestro ambiente espiritual-padres y maestros piadosos, una herencia de siglos del cristianismo, etc.- y nunca faltar en simpatía hacia los que no han tenido ese ambiente, sino una herencia de paganismo, escepticismo, idolatría, ignorancia, u opresión. Debemos procurar explicar los principios básicos de nuestra fe en palabras sencillas y convincentes, y tener mucha paciencia con ellos si no aprenden muy pronto. Podemos ver en todas partes del mundo la influencia de la Biblia (por ejemplo el tratamiento de las mujeres, la abolición de la labor infantil y la esclavitud, el cuidado de los enfermos, el tratamiento de los prisioneros), y notar las costumbres en lugares donde no ha entrado todavía. Lo que la Biblia ha hecho en el pasado puede hacer hoy y mañana, y ella no ha perdido nada de su poder.
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