Blog

La biblia y la educación en casa

Publicado el 15/10/2021. Autor: meritd

La educación en la casa es fundamental. Josefo, un historiador judío, dijo: Nuestro cuidado principal es el de educar a nuestros hijos, y lo consideraremos el negocio más importante de nuestra vida doméstica.

La educación judía se dirigía conforme a un plan intensivo. El hogar, la escuela y la Iglesia se reforzaban uno a otro.

Los padres cumplían un papel muy importante. La educación judía comenzaba con mamá y papá. Mucho antes de que el niño pudiera asistir a la escuela o a la sinagoga, las oraciones y las ceremonias en casa, se grababan en su mente. En casa, el niño aprendía las historias de patriarcas, profetas, estadistas, guerreros, poetas, príncipes y patriotas.

Los tiempos patriarcales, el padre no sólo era el maestro sino además el sacerdote de toda la familia, y este honor y responsabilidad de ejercer el sacerdocio comúnmente pasaba al hijo mayor.

Los niños eran enviados a la escuela de la sinagoga donde se les enseñaba la palabra de Dios. Este estudio principiaba con el libro de Levítico.

El ayo.
El ayo del que habla Pablo (Gálatas 3:24), se refiere a un esclavo fiel cuya obligación era llevar a los hijos de su jefe a la escuela y cuidar de que no les sucediera algún mal. Pablo comparaba a Cristo con el maestro real, y la ley era semejante el esclavo cuya obligación era llevar al alumno al maestro.

Shemá.
Era una plegaria que estaba compuesta por el resumen de tres pasajes del Pentateuco (Deuteronomio 6:4-9; 11:13-21; Números 15:37-41). Era repetida mañanas y tardes por los hombres. El niño judío, cuando llegaba a la edad de los doce años, ya debía repetir esta oración.

Los primeros lugares en que se reunían los cristianos para adorar era el hogar. En el Nuevo Testamento encontramos muchos hogares donde se reunía la Iglesia (Hechos 12:12; 16:40; 1 Corintios 16:19; Romanos 16:5; Filemón 2). Seguramente estos hogares recibieron una bendición especial por este servicio e influyó grandemente en la educación de los hijos.

Conclusión:
Todos estos elementos nos ayudan a comprender el valor de la Biblia en la educación que se debe llevar a cabo en el hogar. Los padres siempre enseñan a sus hijos por medio de las palabras y los hechos en su vida personal. Las ideas y actitudes de los hijos son casi enteramente adquiridas en el medio ambiente del hogar. Los padres forman ese medio ambiente del hogar, y éste contribuye en gran parte a moldear el carácter de los hijos.

La instrucción en valores cristianos en el hogar es de gran importancia. Los padres necesitan darse cuenta que es ésta una de sus responsabilidades más importantes. Por tal motivo debemos reforzar nuestra enseñanza con los principios emanados de la bendita palabra de Dios.

Suscríbase ahora y reciba un boletín semanal con materiales educativos, nuevos cursos, publicaciones interesantes, libros destacados y mucho más!

¡APLICA PARA MAESTRO!

Únete a nuestro Staff de maestros y sea de bendición para nuestros alumnos.

APLICA AHORA